Actualmente la producción acuícola del mundo crece más rápido que otras explotaciones pecuarias, debido a la demanda por productos proteicos saludables de origen animal, lo que genera fuentes de trabajo e incrementa los ingresos económicos de los productores. Ante la estabilidad de la producción de la pesca de captura desde finales de la década de 1980, la acuicultura ha sido la desencadenante del impresionante crecimiento del suministro de pescado para el consumo humano. Si bien la acuicultura proporcionó solo el 7 % del pescado para consumo humano en 1974, este porcentaje aumentó al 26 % en 1994 y al 39 % en 2004, en el 2014 la cifra llego a los 44,1%, siendo los peces cultivados en piscifactorías las tres cuartas partes del volumen total de producción acuicola. Para mantener la producción constante es necesario implementar, reconocer y estandarizar métodos para la prevención de enfermedades, mejorando la sanidad productiva y por lo tanto la viabilidad económica.