El proceso de globalización enfrenta a las economías de los países menos desarrollados a una serie de desafíos, obligándolos a revisar las estrategias de desarrollo nacional con el fin de superar la dependencia generada con los países hegemónicos. Por lo tanto, para contrarrestar esta situación, urge el fortalecimiento de las relaciones entre los actores del sistema internacional, las cuales vienen determinadas, principalmente, por la calidad de la diplomacia y de la política y estrategia de los Estados, así como de la capacidad de negociación de dichos actores. Por su parte, los negocios internacionales resultan claves para el desarrollo de un buen número de países. Sin embargo, estos negocios se encuentran muchas veces limitados y con restricciones. En este contexto, la teoría y la práctica de la resolución alternativa de conflictos contribuyen con modelos y herramientas adecuadas que permiten zanjar las controversias en los más diversos ámbitos de las relaciones internacionales, particularmente en las negociaciones económicas internacionales.