En la perspectiva de la construcción estética del sujeto podemos afirmar que el mundo de la conciencia narrativa y autobiográfica es aquel de las formas estables. Hay,con todo, una tensión oscilatoria entre la continuidad del logos/lenguaje en la narrativa del yo autobiográfico de la conciencia común y la discontinuidad de una vivencia intensiva que remite a un yo puntual no reductible en su opacidad estética. Creo que la forma visual que más adecuadamente expresa ese oscilar del continuo al discontinuo, de la metonimia a la metáfora, de lo diacrónico a lo sincrónico, es la estructura dinámica de una ola electromagnética donde los valles y las crestas juntos en oscilación constante,dependiendo de las distancias entre las crestas producen los diversos colores del espectro luminoso. En el presente ocurre la experiencia vivida y discontinua, momentánea del yo, productor de metáforas. Esta vivencia puntual de la conciencia estética debe ser explicado como el salto del sujeto no abismo de su mortalidad. Es en el presente del yo puntual donde encontramos el momento de desfondamiento y ruptura de la continuidad narrativa y histórica de pasado y futuro.