La corrupción en México constituye un problema endémico, desde hace décadas, este fenómeno ha sido uno de los lastres que afectan a la nación mexicana y que tiene un impacto directo en sus finanzas estatales. Frente a este grave problema, las Entidades de Fiscalización Superior y las comisiones legislativas, constituyen las agencias estatales encargadas de combatir la corrupción y de evaluar el uso eficiente de los recursos públicos. En este estudio, se identifican los factores que obstaculizan la eficacia de las agencias anticorrupción al comparar las estructuras de tres casos subnacionales bajo dos enfoques teóricos contrastantes: el ideal de la rendición de cuentas y la realidad de la misma. Es aquí donde resalta el lado oscuro de la rendición de cuentas, en la inevitabilidad del uso político que los grupos de poder hacen de las agencias anticorrupción al convertirlas en armas políticas para sus propios fines. El análisis proporcionará, a los interesados en el funcionamiento de las instituciones, elementos imprescindibles para entender por qué estas agencias nos presentan magros resultados a la hora de atacar la corrupción y de cómo reformarlas para su óptimo funcionamiento.