Este libro intenta abordar el tema de la patología adictiva, tanto en los casos en que se presenta como síntoma, como en los que corresponde a una estructura de personalidad. Hace hincapié, en la importancia de un equipo interdisciplinario, para su tratamiento. Explica de que manera, el instrumento psicoanalítico clásico, debe ser modificado para abordar este tipo de patologías. Incluye claramente el lugar de la medicación como elemento que ayuda al paciente, a disminuir el consumo. En el capítulo dedicado a Sociedad y Adicciones, muestra como el aumento de esta patología, está relacionada con el decaimiento actual de la función materna, función paterna y función familia. La falta de un adulto suficientemente presente y eficáz en la educación de la cría humana, genera adolescentes y jóvenes con psiquismos desfallecientes, carenciados que finalmente encuentran en la droga una especie de automedicación para poder sobrevivir. Introduce un nuevo concepto, el de "función adulto". Como diría Savater, en una casa alguien debe resignarse a ser adulto para que las cosas funcionen.