Los recursos naturales y humanos de América Latina son drenados de su seno para capitalizar a las empresas transnacionales. Articuladas con los gobiernos centrales y los organismos financieros, forman una “corporatocracia” incumbida de recontextualizar el sistema del despojo. Transnacionales y organismos financieros fueron y son financiados por los mismos países en los cuales estas instituciones llegan para “invertir” o para “ayudar”. Los latinoamericanos pagamos para que ser explotados; para perder nuestras reservas y sudor – terminamos endeudados cuando vendemos nuestras tierras o las empresas estatales. Humillantes trampas y estafas se desproporcionan a punto de definir los rumbos de la producción. Desde una epistemología descolonial, en el presente trabajo evidenciaremos la formación capitalista en un lugar tan particular como América Latina, tal como de su burguesía “nativa”, llegando al concepto de desarrollo subalterno, desigual y combinado. Por fin, demostraremos los mecanismos de esta increíble “sangría” que sufren los pueblos latinoamericanos como su “realidad profunda” permanente. Su momento y ambiente privilegiado es la Revolução Burguesa do Brasil.