Este estudio procura llamar la atención a la fundamental oportunidad que se presenta a México para producirse a sí mismo como país soberano, independiente y eficaz en el concierto de las naciones, si tan solo enfocara sus esfuerzos a innovar su futuro productivo. Si se reorientaran las capacidades nacionales a producir valor y oportunidades a partir de la riqueza actual, y se diseñaran acciones para que cada mexicano se pudiera asir de una mejor expectativa de futuro, se revalorarían las expectativas sociales y se fortalecería la infraestructura nacional, medida en el bienestar relativo y en las esperanzas sociales. Estas reflexiones son válidas en muchos otros países en desarrollo, específicamente en Iberoamérica. Se presentan opciones alternas para intentarlo, con base en experiencias recientes en diversos estados de México.