Cuando las crisis financieras parecían haberse convertido en una problemática propia de la Globalización de los ’90 -y exclusiva de los países en desarrollo-, el mundo se vio envuelto en una debacle económica internacional que, paradójicamente, tuvo como principal escenario a los países desarrollados; reincorporando al tema en la Agenda Global. Con el fin de poder entender los orígenes de las principales crisis financieras ocurridas, desde la década del ’90 hasta nuestros días, este libro realiza una comparación de cuatro casos de estudio: Crisis Mexicana (’94), Sudeste-asiático (’97), Argentina (’01) y Crisis Financiera Internacional (’08-’09), a través de la observación de un elemento rector: las Reformas Estructurales aplicadas a los Estados que tuvieron como eje la liberalización de los mercados. La profundidad con que fue operada esa transformación dejó a los países en distintos niveles de vulnerabilidad, generando resultados dispares en los modos de enfrentar las crisis financieras. La propuesta de esta investigación es percibir a este fenómeno, no como un hecho económico exógeno e inevitable de la globalización, sino como resultante de las propias políticas de los Estados.