Durante décadas se consideró que una persona alfabetizada era aquella que sabía leer, escribir y contar. Hoy sin embargo, resulta indispensable incluir competencias científicas y tecnológicas a la alfabetización básica que aseguren que los ciudadanos puedan desempeñarse con éxito. El proceso de alfabetización científica supone el aprendizaje de la ciencia en el que los estudiantes adquieren estrategias que les permitan no sólo incorporar saberes, sino estar en condiciones de profundizar y ampliar el campo de conocimientos durante toda su vida. En tal sentido, esta publicación aborda la alfabetización científica desde la mirada de la disciplina química. Se plantea la educación científica en la sociedad del siglo XXI a través de una ciencia al alcance de todos. Además, se destaca la relevancia de la química para el ser humano y el ambiente, y el desafío de enseñar esta disciplina. Asumiendo que los aprendizajes en el aula tienen que relacionarse con la vida cotidiana en los contextos tecnológicos, sociales y culturales del entorno de los estudiantes, se desarrollan contenidos teóricos y prácticas sobre la química y su relación con el ambiente, la alimentación y la farmacología.