La década de 1970 fue testigo del brote de dictaduras militares sangrientas en los países del cono sur de Sudamérica, las cuales motivaron la salida al exilio de muchos miles de perseguidos. Este libro se refiere al segmento de la diáspora chilena que emigró hacia Canadá y se radicó especialmente en Toronto entre 1973 y 1990. Son los miembros de la misma comunidad y sus amigos canadienses quienes reconstruyeron su historia, a través de testimonios cuyo producto es el relato escrito por un conjunto de autores que comprende ocho capítulos. El libro es un legado para los descendientes de la primera generación de exiliados y todas aquellas personas que se interesen por explorar el tema. Según el destacado historiador David Raby: "Los organizadores de este libro han hecho un trabajo de mucho valor, (...) aprovechando tanto el rigor y la metodología académica como la memoria viva de las y los participantes, sean chilenos o canadienses.(...) Hacía mucha falta una obra de este tipo, y ojalá sirva de inspiración para trabajos parecidos sobre el exilio en otras ciudades y otros países."