Después de regresar, a mediados del año 2000 de un viaje de turismo por ocho días en Cuba, e impactado por la experiencia, decidí escribir los recuerdos vividos junto a mi esposa en esos bizarros y bohemios días en la Cuba de Fidel Castro. Desde mi condición de profesor de Historia y Humanidades en Cali tuve sentimientos encontrados al comprobar en Cuba el fracaso del socialismo y la fracasada democracia colombiana, que al menos en ese año pareció estar seriamente amenazada por grupos de izquierda, de los mismos que llevaron a Cuba a la miserable situación de la mayor parte de sus habitantes. En medio de las ocupaciones de un semestre académico, sacando ratos para recordar y escribir a mano en libretas de apuntes, el resultado fue este relato de Cali, de Cuba… y de la vida que nos tocó en suerte por esos días. A medida que iba recordando y escribiendo fui mezclando el relato con los increíbles sucesos que transcurrieron en ese segundo semestre, hasta noviembre del año 2000, año particularmente violento en la historia de la violencia en Colombia. Ahora, año 2018, creo que hay atisbos de paz en Colombia.