La historia de la evangelización del Perú, así como la de toda América Hispana, tiene como una de sus características más importantes la unión histórica entre los intereses eclesiásticos y políticos, erigidos como los poderes, encargados de poner en práctica la denominada Cristianización de Las Indias. Esta unidad de intereses se puede observar con claridad en los documentos oficiales de la época, desde las Bulas Alejandrinas dadas por el Papa Alejandro VI, desde 1493, que son hábilmente aplicadas a las necesidades de sustentar el proceso de conquista en el famoso Real Requerimiento a los indios, de 1513, donde se establece la trilogía de la dominación hispana en América. A saber: DIOS / PAPA / REY. Estas bases tanto teológicas como políticas serán aplicadas como la única forma de explicar y justificar el dominio español, hasta que la realidad de la explotación económica y el genocidio, dieron lugar a una crítica audaz de los sectores más humanistas de la iglesia católica, y éste es el caso del dominico fray Bartolomé de Las Casas, quien analizó teológicamente la validez del dominio de la corona sobre Las Indias.