Este trabajo sirvió como base para el proyecto de emprendimiento social financiado entre la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Subsistema Universidades Tecnológicas y Politécnicas de los Estados Unidos Mexicanos, piloteado en tres regiones con alto grado de marginación que cuentan con una Universidad. Directivos y personal académico de las Instituciones educativas debemos asumir el rol de agentes de cambio económico y social de nuestro entorno, apoyando en la gestión de recursos para el emprendimiento social, asesorando y vigilando su desarrollo con el objetivo de fomentar la generación de empleos, oferta de servicios en zonas marginadas y mejorar la calidad de vida de la comunidad en general.