La narrativa chilena contemporánea es deslumbrada con el lúcido y descarnado proyecto de escritura crítico-reflexivo de Germán Marín cuya impronta ha perpetuado una poética biaxial que da cuenta, desde los márgenes, de una reflexión sobre el ejercicio literario frente a la centralidad del mercado y a la vez indaga en las llagas secretas y ocultas en el Chile del siglo XX y albores del XXI. Se trata de actos de escritura y vida, como formas de resistencia y sobrevivencia, a pesar de los fracasos y las derrotas; una fusión enrevesada que nos lleva a indagar minuciosamente en busca del ADN de la literatura, la cultura y su estirpe chileno-italiana en Historia de una absolución familiar.