La unidad familiar es la estructura social donde se establecen los comportamientos básicos que determinan la condición de salud de las personas. La responsabilidad nutricional de los niños suele recaer en las madres, quienes pueden percibir erróneamente lo bueno o lo malo del peso de sus hijos. Esto puede deberse al rechazo de admitir que su niño es obeso, que “suena” a enfermedad, o al desconocimiento de los riesgos de la obesidad. Así, algunas madres describen el sobrepeso de sus hijos utilizando connotaciones positivas como “fuerte”, “llenito”, “sólido” o “sanito”, en lugar de “obeso” o “gordo”, relacionando esta condición con estar saludable y no como un problema de salud. Nuestro país con características heterogéneas en la distribución de riqueza y recursos, tiene polarizados los problemas referidos a la nutrición, los cuales nos lleva a encontrar niños desnutridos en zonas muy pobres y niños obesos en zonas urbanas.