Los sismos de 1985 y 2017 dejaron grandes pérdidas humanas y económicas en México, las cuales no se han logrado superar por completo y dejaron como consecuencia diversas problemáticas en la educación, pues muchos estudiantes tuvieron que abandonar sus escuelas durante varios meses, mientras el país intentaba sobreponerse. Al observar las vivencias de un país que no estaba preparado para enfrentar situaciones de tal índole, surge la inquietud de realizar una reflexión sobre estos dos acontecimientos desde la perspectiva de la educación, con un estudio de los eventos en sus etapas de antes, durante y después de los sismos. Así mismo se analizan las consecuencias negativas de la toma de decisiones de las autoridades. Pero también se ofrece una visión de soluciones para mejorar la calidad de la educación sin importar los acontecimientos que puedan presentarse en un futuro.