El presente libro se propuso explorar un periodo histórico de gran importancia conceptual en la historia de la psicología en Colombia: el siglo XIX. En este periodo histórico, el país colombiano se dio a la tarea de cristianizar las ideas científicas de la psicología experimental alemana para hacerlas compatibles con la vocación católica de la recién creada nación colombiana. Un movimiento conceptual llamado el Neotomismo se dio a la tarea de demostrar que la psicología moderna debería retornar a la noción de alma propia de la tradición aristotélica-tomista. Los neotomistas consideraban que la psicología experimental, al asumir como objeto de estudio el concepto de conciencia, había reducido la experiencia anímica a un simple artefacto destinado a la producción de conocimiento, sin tomar en consideración problemas relevantes como la dimensión trascendente del ser humano y sus vivencias religiosas. La creación de una psicología de corte tomista fue uno de los intentos más interesantes de interpretación de las ideas psicológicas del pensamiento alemán, realizadas por un país que sentía desconfianza frente al talante laico y liberal de los pensadores germanos.