Este trabajo fue escrito para demostrar que la parálisis de Fabiano, Vitoria y sus hijos, no es tanto, como la crítica canónica ha insistido, mero efecto de las relaciones económicas desiguales o el resultado de un ambiente inhóspito que abruma los habitantes. Sus conflictos antes de ser luchas sociales, son generados y alimentados por las palabras que insisten en no sellar. Su carácter cambiable –de las palabras– no permite fácilmente un acuerdo y la comodidad animal. Y eso es el genio de Graciliano Ramos en "Vidas Secas", demostrando con su vida una poesía nada seca y rica de paradojas.