En este libro se sintetiza la investigación del autor sobre el papel de las finanzas públicas como herramienta para enfrentar las crisis económicas y como motor del desarrollo. Se discute cómo el gasto público, aún el deficitario, ha arrojado resultados positivos cuando se ha usado para crear riqueza. Esta importante condición, la creación de nuevo valor con el gasto, permite al autor calificar como desafortunado el ejemplo de Keynes de que basta enterrar botellas con dinero para enfrentar las crisis. Aunque parte de la investigación se hizo antes de la crisis de 2008, sus conclusiones son de gran actualidad máxime cuando se anuncia que el 2011 terminaría exhibiendo una grave recaída económica, derivada de un problema, recalca el autor: si la crisis de 2008 se debió a una burbuja crediticia creada para impulsar el consumo, ofrecer más crédito solo conducirá, eventualmente, a una trampa de liquidez. Se resalta que la solución propuesta para la crisis de algunos países europeos, el ajuste fiscal, agravará el problema pues el sector real se afectará con las medidas contraccionistas. La experiencia ya vivida en América Latina por las crisis de la deuda debería servir de ejemplo.