En el tenor de la globalización han cobrado mayor fuerza e importancia algunos actores internacionales, incrementando su protagonismo en la arena internacional así como su poder como agentes de cambio. Las Corporaciones Multinacionales y los Organismos Intergubernamentales son ejemplo de tal empoderamiento y posicionamiento global dados los impactos que éstos pueden generar en situaciones específicas. Este texto pretende señalar y fomentar la reflexión sobre cómo los mencionados actores a través de operaciones conjuntas reúnen fortalezas, experiencias y conocimiento que no sólo los conducen hacia la consolidación de sus metas y objetivos particulares, sino que también influyen en el ejercicio efectivo y respeto de los derechos humanos. Es así como el cumplimiento de los derechos humanos se convierte en una responsabilidad que no sólo le compete al Estado, sino que puede compartirse con estos actores mundiales.