No se puede escribir sobre “algo” sin alejarse de ese “algo”. Escribir un texto es una actividad que toma su propio camino. Un texto tiene, al igual que una pintura, su vida propia. Así que este escrito habla de pintura, pero también habla de otras cosas, con mayores y menores grados de distancia de su núcleo, que es “explicar lo que me motiva a pintar" y lo que hay en torno a la serie de pinturas que titulé "Estudio antropomórfico". Pintar el cuerpo humano y expresar mi propio ser por medio de esta representación fue la motivación que dio vida a estos cuadros y consecutivamente a este texto en torno a ellos. Por medio de este texto descubrí que mirandome podía observar la herencia que el mundo y en particular el mundo de la pintura, sus actores y su historia habían dejado en mí y que emanaba, como un producto residual,en todas mis pulsiones y deseos al momento de pintar, plasmándose sobre la tela como una huella, un cuerpo o una mancha que acusaba mi interioridad completamente contaminada de mundo.