Futuros docentes se están formado, en su mayoría, en instituciones signadas por una educación informativa, en la cual, el objeto del hecho educativo es la información y el objetivo es transmitirla. Como resultado predomina en ellos una visión conductista del hecho educativo, representada por la linealidad, el estudiante receptor, el docente centro, la información como eje, la tendencia a fragmentar y descontextualizar y la invisibilización del estudiante, quien es sumergido en procesos educativos centrados en un intercambio de repetición de información por calificaciones. En esta investigación se develan los significados otorgados por futuros docentes, a la participación en una estrategia didáctica complejizante. Tal accionar representa la oportunidad de construir aprendizajes complejos, experimentar un encuentro de vida no virtual y emplear el conocimiento en beneficio propio y del colectivo. Dichos beneficios se presentan en el contexto de aprendizajes flexibles y situados y derivan de sumergirse en la experiencia multidimensional que conlleva a descubrir nuevas teleologías de estudio al recurrir al conocimiento como herramienta de trabajo, mientras lo socializa y transpone.