Las actividades económicas que realizan las empresas extractivas actúan generalmente en contra de los derechos de los pueblos indígenas y raizales en diferentes latitudes del mundo. Lo que genera a su vez como resultado fuertes conflictos entre estos dos actores en los que de por medio, inclusive, se dan aspectos irreconciliables. Con el fin de aportar a la resolución de este tipo de conflictos se ha propuesto la elaboración de este libro, el cual surgió de una experiencia real y verídica en Colombia. No se pretende de ninguna manera convencer al lector del uso de este documento como un manual, sino más bien como un referente que eventualmente podría ser útil en los posteriores conflictos que pudieran llegar a tener efecto. La conclusión más importante, que se puede sacar de esta experiencia es que el patrimonio cultural es un instrumento vital de defensa de los derechos de las comunidades indígenas, que debe esgrimirse con orgullo y autoridad, para posicionar las comunidades ancestrales. Facilitar la construcción y el desarrollo de la vida espiritual de las comunidades debe ser una tarea para colocar a estos grupos en igualdad de condiciones con la cultura occidental.