Históricamente la economía, en cualquiera de las culturas o bajo cualquier ideología, es entendida como una herramienta, o medio que puede servir para el beneficio de las necesidades del individuo, trasladándose para la satisfacción de las necesidades colectivas o para la sociedad, como lo señalaba Aristóteles, Por tanto, cuando habla de bienestar bajo este contexto, se refiriere a que el fin de la economía es el hombre, no es su medio. Es así como la economía se ciñe a la actividad coherente que tiene muy claro el fin al que apunta y que es el bienestar general. Sin embargo el bienestar actual se centra en la satisfacción de, unas necesidades materiales impuestas por la sociedad, en la que el hombre es capaz de devorarse a sí mismo. Según la reflexión de Umar Chapra, el concepto occidental de riqueza no satisface las necesidades del hombre. Los países ricos no son más felices que los países pobres. Por qué hay ciudadanos de los países ricos, se pregunta, que son infelices después de cuatro décadas de paz y prosperidad, y por qué existen dificultades no por falta de dinero, sino debido a la alienación en medio de la abundancia.