Ha sido una manera de dejar sentada la forma en las que nuestros antecesores se han entretenido, también sufrido, en el mismo lugar en el que transitamos, nos encontramos y desencontramos. La plaza, la iglesia, el fuerte, tratan de revivir en este emplazamiento, el mismo que se dio en fundaciones, no siempre caracterizadas por el éxito. Las andanzas del Tesorero, un pícaro indiscutido que azoló estos puertos, merecen ser exhumadas. Nos sirve ilustrar las zagas de origen, la base sociopolítica de la presencia de diversiones y juegos. La corrupción que podemos palpitar, la tortura en confianza, el cumplimiento imposible de una ley que encarcela al que damos por bueno, se basa en documentos, en historiadores, en forma de teatro, en verso. Al poeta se le hace cuento que Buenos Aires haya sido fundada. Este libro, hecho con un ensayo y una obra que presume ser teatro, son formas de hablar ese original y fantástico cuento.