El concepto de discapacidad ha cambiado en los últimos años, sin duda un niño con discapacidad hoy goza de llevar a cabo una vida íntegra. Las dinámicas sociales hacen, sin embargo, que haya aún barreras que limitan la inclusión de este grupo de personas en actividades colectivas. Sus cuidadores, generalmente familiares, también son personas que se enfrentan día a día a la lucha extrema de cuidar, aún sin ser profesionales del cuidado. El cansancio, las deficiencias económicas, el cambio de tiempo de recreación en actividades propias del cuidado del niño hacen que la calidad de vida de los cuidadores manifieste síntomas de fatiga. Aún así, sobreponen toda limitación con el único fin de proporcionar a sus hijos el bienestar de que todo ser humano es digno. Es valioso para enfermería el afán con que los padres como cuidadores proveen a sus hijos de cuidados íntegros, cuyo fundamento es el amor de ser humano a ser humano y es admirable la percepción de calidad de vida que poseen y que es propia del estudio de este libro.