En los Municipios domina la comunicación permanente que no es lo mismo que estar permanentemente comunicando. Es decir, que si bien existen problemas estructurales que la información no puede resolver; y la comunicación sí, en tanto permite la participación ciudadana a través del diálogo, los gobiernos deben entender que la comunicación es una herramienta de la gestión, no la reemplaza. “El caso de la Municipalidad de San Vicente”, es un recorrido por los canales de comunicación de un municipio donde sigue vigente un modelo comunicacional unidireccional y fragmentado. En este contexto, resulta necesaria una auditoría para relevar el estado de esas comunicaciones, a través del diagnóstico de sus necesidades y de la naturaleza del intercambio con sus públicos; con el fin de sistematizar, identificar y evaluar las distintas variantes de comunicación. La auditoría de comunicación no es un fin en sí mismo, sino un insumo para la planificación estratégica, por eso al final del recorrido se incluyen alternativas de acción que facilitan el paso de una comunicación difusionista, a otra, orientada a la calidad y el buen gobierno.