Sobre su Tesis Doctoral, publicada en León (1988) en una edición ya hace años agotada y, como complemento de un libro previo sobre el río Cea (Liceus, 2010), la autora en esta obra documenta más de cuatrocientos topónimos de núcleos de población asentados en el valle del río Valderaduey y su afluente, el río Sequillo, que discurren por la Meseta castellano-leonesa de las actuales provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Estos valles en época medieval estaban en constante conflicto fronterizo entre los reinos de Castilla y León. La documentación medieval permite dibujar un panorama de poblamiento en estas zonas bien diferente al actual, donde más de la mitad de los lugares han desaparecido, algunos convertidos en meros caseríos o ermitas y de otros, menos afortunados, tan solo queda su nombre adscrito al terreno. La documentación de los monasterios y cabildos que fueron importantes en la zona ayuda a situar muchos de estos lugares históricos y, al registrar las formas intermedias de los topónimos, permite garantizar una explicación más fiable para los nombres. El apoyo documental para explicar la toponimia es uno de los logros más notables de este libro.