Es un texto inspirado a través de estudios de casos penales reales donde los imputados de homicidio fueron evaluados mediante pericia psicológica. La autora poco a poco fue comprobando una serie de hipótesis donde a través de las técnicas proyectivas tanto gráficas, como verbales, por ejemplo, "Persona"; "Dos Personas en interacción"; "Familia Kinética"; "Casa-árbol"; "Persona bajo la lluvia"; Psicodiagnóstico de Rorschach"; "T.A.T.", y otros, se podía relevar elementos intrapsíquicos propios de la escena del crimen: "el pasaje al acto criminal" reconstruido a través de dichas técnicas. Es el elemento proyectivo el que tiene toda la relevancia como mediador entre lo consciente e inconsciente disociado. El ocuparse de la mente criminal es lo prínceps de este estudio. La autora sostiene también que al momento del hecho se puede relevar un estado de intenso trastorno peri-traumático en el imputado que se graba en su psiquismo como una huella o traza mnésica que luego es captada por la aplicación de las técnicas psicológicas. Este trabajo dio lugar a un trabajo de investigación en curso que se está enriqueciendo con numerosos casos penales de estudio.