Los principales resultados de este trabajo revelan, por un lado, que el estrés social provoca no sólo una alteración de la capacidad inmunitaria celular, sino también un mayor desarrollo tumoral de melanoma B16. Por otro lado, un análisis exhaustivo de la conducta nos ha permitido observar que existen diferentes estrategias de afrontamiento del estrés social, y que son los sujetos que muestran una estrategia de afrontamiento más pasiva, los que presentan también un mayor desarrollo tumoral frente a los sujetos más activos. Aunque los mecanismos de los factores psicosociales como el estrés permanecen inciertos, y es necesaria mayor investigación en este sentido, estos resultados ponen de manifiesto la necesidad inmediata de sumar a las terapias médicas, un mayor esfuerzo en el bienestar psicosocial de los pacientes con cáncer, y muestran el valor de las labores investigadoras multidisciplinares encaminadas a conocer el gran número de factores que intervienen en el origen y evolución del cáncer, para el desarrollo también de terapias multidisciplinares que puedan mejorar la salud de estos enfermos.