La represión del género masculino sobre el femenino como complejo proceso histórico y global, se dirige prácticamente a todos los ámbitos que engloban la participación de las mujeres en sentido económico, cultural, religioso, social, político, cotidiano, etc. Esta represión genera una serie de construcciones que no son en absoluto estáticas, y que no corresponden a la conducta femenina “real”. Se elaboran y se transforman adecuándose al momento específico en cuestión. Tales construcciones son configuradas desde un consenso censurador siempre imaginario donde no hay cabida para otras posibilidades, otras alternativas sobre las acciones y conductas femeninas. De este modo se desarrollan arquetipos como consecuencia de estas construcciones sobre la femineidad que son sesgados por el género masculino. En el presente ensayo se intentará exponer cómo estos arquetipos han devenido demonizaciones en momentos específicos de la Historia, y particularmente en un plano de importancia crucial de la expresividad y biología humana: el sexual. La elección de este tema como motivo de análisis se explica porque entendemos que esta demonización sexual continúa siendo relevante en la actualidad.