Si nos remontamos a los orígenes de la filosofía política en Occidente,probablemente sería sensato comenzar por Sócrates. No hay filósofo que mejor encarne la relación entre política y filosofía. Es más, en los manuales de filosofía es común encontrarse con el maestro de Platón, como aquel hombre que logró llevar las preguntas filosóficas a la esfera de los problemas humanos, dando inicio así a la ética y filosofía política. Y, ¿qué fue lo tan distintivo de la actitud socrática? ¿Cuál es ese granbconocimiento que le atribuimos a Sócrates? ¿Dónde está la esencia de aquella originalidad,bque cambió para siempre al mundo occidental?Quizás el mejor modo de explicar este fenómeno sea por medio de la famosa afirmación: “Yo sólo sé, que nada sé”. Si bien, Sócrates nunca dijo esto, o al menos no tenemos registro de ello, es una gran síntesis de su filosofía. A partir de esto, debemos tener en cuenta dos ideas. Por una parte, entender cuál es el conocimiento que realmente posee. Por otra parte, entender la radicalidad de tal conocimiento. La comprensión de ambos puntos nos llevará a entender la naturaleza de la actividad política.