En este libro la autora argumenta en favor de dos ideas centrales; la primera sostiene que la noción de interpretación planteada desde la fenomenología hermenéutica de M. Heidegger -noción que H. G. Gadamer hace productiva para el adecuado tratamiento de las Ciencias Sociales- muestra rasgos sustanciales que coinciden con la noción de interpretación que, de acuerdo con T. S. Kuhn, realiza el científico durante los períodos de ciencia normal. La segunda idea defiende que tanto la noción de otredad en la hermenéutica filosófica de Gadamer como la de inconmensurabilidad en el modelo de cambio científico de Kuhn, representan un elemento inherente de la movilidad de los saberes, en tanto constituyen condiciones de posibilidad para la derogación de pre-juicios. Del desarrollo de estas dos ideas centrales se colige que el diálogo entre tradiciones filosóficas distintas representa uno de los retos que la filosofía actual debe asumir, si es que ha de nutrirse del conflicto deliberativo que nace del encuentro de tradiciones que por antonomasia se han considerado irreconciliables.