Tanto el problema de indocumentación como de sub-registro afecta a varios sectores de la población pero se ve agravado en el caso de dominicanos de ascendencia haitiana, donde lo que se observa sobre todo en los últimos diez años, es una negación, por parte de las autoridades competentes, de todo tipo de documentos del estado civil a ese sector de la población dominicana: “La situación de ilegalidad se transmite a los hijos aun cuando éstos hayan nacido en la República Dominicana. Los hijos no tienen documentos porque tampoco los tienen los padres. Es prácticamente imposible obtenerlos, ya sea porque los funcionarios de los hospitales o de las oficinas del registro civil se niegan a extender un certificado de nacimiento o porque las autoridades pertinentes se niegan a inscribirlos en el registro civil. El argumento que normalmente dan los funcionarios gubernamentales es que los padres no poseen el documento que los identifica como trabajadores temporales, ubicándolos así en la categoría de extranjeros en tránsito, a pesar de que han vivido por años en la República Dominicana”.