El 1 de Enero de 1994, el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, México se despierta con la noticia de que un grupo de guerrilleros indígenas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ha declarado la guerra al Estado Mexicano (EZLN), cuestionando las promesas de modernidad y reclamando el reconocimiento de derechos individuales, en tanto mexicano y de derechos colectivos, en tanto que pueblos indígenas, que se les han negado históricamente. ¿Se trata de un intento de desestabilización o es un reclamo legítimo de poco más del 10% de la población que ha sido sometida y olvidada desde la conquista española? Este trabajo, pretende dar respuesta a ésta y a otras preguntas a partir del análisis del lugar que ocupan los indígenas en el discurso constitucional mexicano; de las demandas realizadas por el EZLN y de las respuestas del Estado y los Partidos Políticos, plasmadas en la Constitución Federal y en las Constituciones Estatales que se reformaron de 2001 a 2005, con la intención, anunciada, de avanzar en la construcción de un Estado democrático en el que se reconoce la diferencia y se valora la diversidad.