La profesión contable es importante tanto para las empresas como para el estado. Los profesionales contables deben ser personas idóneas con altísimo nivel de integridad. La contaduría es la principal herramienta de control oportuno y eficaz en transacciones económicas, en el campo privado y público. El contador es responsable ante la sociedad, por lo cual sus acciones deben estar siempre ceñidas a la aplicación de las normas establecidas para el ejercicio de su profesión. El obtener su certificación lo faculta como garante de fe pública, lo cual le permite avalar que se minimicen conductas como: evasión y elusión de impuestos que afectan la política fiscal del país. En los últimos años, se han evidenciado bochornosos escándalos en los que se han visto inmersos algunos contadores públicos. Esto pone en tela de juicio valores importantes como: la integridad, honorabilidad, profesionalismo y ética de estos profesionales. Estas conductas conllevan a revisar la calidad de la educación que se imparte en los centros educativos. Es urgente establecer mecanismos para afianzar los conocimientos éticos tendientes evitar que se sigan presentando casos de corrupción.