La existencia y control de peligros asociados a los productos y alimentos destinados para el consumo humano a través de la ingestión, se conoce como inocuidad alimentaria. Los fabricantes, proveedores de materias primas, distribuidores de productos así como los manipuladores de alimentos forman parte de la cadena alimentaria que culmina con la disposición al comensal de un alimento apto para su consumo, el cual debe garantizar el bienestar tanto higiénico como nutricional. Para que esto sea posible, hoy en día organismos internacionales (OMS/FAO) como nacionales (SSA) se han dado a la tarea de normar y legislar los procesos por los cuales son introducidos los alimentos. Las empresas dedicadas a los servicios de alimentación tienen la obligación de identificar, evaluar, prevenir y controlar todo lo que pudiera garantizar la inocuidad de los alimentos, para ello puede apoyarse de formatos basados en la NOM-251-SSA1-2009, donde se encuentran las buenas prácticas de manufactura que incluyen las disposiciones sobre instalaciones y áreas, equipos y utensilios, servicios, almacenamiento, control de operaciones y de materias primas.