Una vez más el autor nos vuelve a sorprender con la desmesura de lo cotidiano. La degradación no solo del que está al lado nuestro, sino también de nosotros mismos. Un texto fundamental para los días que corren. Pero cuidado, debe ser muy valiente para adentrarse en estas páginas, de lo contrario corre el riesgo de perder la carrera y terminar siendo uno de los personajes siniestros con los que nos sorprende gratamente este autor. Serigio Fitte, un nombre a conquistar.