Queremos mostrar que con el método de la fenomenología es posible llegar al fundamento de las cosas y en concreto al fundamento de la acción humana. Con el estudio hecho se ha llegado a un fundamento objetivo (motivos) y otro subjetivo (Gesinnung), respetando siempre la unidad de la persona humana. De ahí que Seifert, gran seguidor de los filósofos que comparecen en el trabajo, dijera en su reconocida obra “Back to Things in Themselves” con un lenguaje bastante kantiano que la fenomenología, en este sentido, es verdadera noumenología, es auténtica vuelta a las cosas mismas. También K. Wojtyla, en El hombre y su destino, apuesta por este método como acceso a lo transfenoménico: “El análisis fenomenológico sirve, por consiguiente, para la comprehensión transfenoménica, y sirve también para revelar la riqueza propia del ser humano en toda la complejidad del compossitum humanum”. Muy sumariamente el libro descubre y desarrolla los fundamentos de la acción moral con el método fenomenológico de corte realista. Se trata, en el fondo, de un único fundamento, el fundamento de la acción moral en su doble vertiente: la parte objetiva (los motivos), y la subjetiva (la disposición de ánimo).