La calidad de vida es un constructo polisémico, interdimensional, dinámico y complejo. Los profesores universitarios en Venezuela, a pesar de estar donde queremos estar y de estar haciendo lo que nos gusta, vivimos en un contexto socioeconómico desfavorable, junto con un entorno de individualismo y cultura antivalórica que pudieran comprometer nuestra calidad de vida en las dimensiones académica, individual, familiar, gremial y social. La interpretación de las vivencias de los docentes entrevistados en torno a su calidad de vida me permitió la construcción de unas aproximaciones teóricas respecto a esta realidad, así como proponer la autorealización resiliente y autopoiética como alternativa para desarrollar nuestras potencialidades como seres humanos que pretendemos ser felices en medio de la incertidumbre cotidiana y de la complejidad de nuestros tiempos.