Durante siglos, la teología ortodoxa ha tenido una lucha continua con la filosofía escolástica que se gestó en el seno de la Iglesia Católica durante la Edad Media. Esta lucha se hace tangible en el aparente antagonismo de dos grandes teólogos y filósofos: San Gregorio Palamás y Santo Tomás de Aquino. Los puntos en conflicto entre ambas tradiciones teológicas y filosóficas, son en los conceptos de hipóstasis, esencia divina y participación. En esta obra se aborda si en verdad el occidente latino acentuó la esencia sobre la persona, desembocando en el debate del Filioque. ¿O solo fue un malentendido? También se buscó si había algún tipo de puente en la percepción de la esencia divina entre ambos teólogos, los cuales siempre se han presentado como no reconciliables en este aspecto, pero el Pseudo Dionisio Areopagita emerge como un puente misterioso que une a ambos autores llevándolos a conclusiones similares ante el tema. Por último el problema de la participación de Dios por parte de la creación, pues cada uno expresa la misma realidad participada, o sea Dios, pero de una manera diversa la cual no entran en contradicción entre ellos, puesto que coinciden en platonismo cristiano.