Los árboles son legendarios, tienen su propia expresividad, lo vivo es tácito en ellos, su fortaleza es obvia, su frescor es innegable, como la experiencia de deleite que transmiten. Nos dan una sensación de protección inherente, son acogedores. Su colorido y textura los hace únicos; son agradables, su movimiento al integrarse con el viento es delicioso. En suma tienen una energía, elegancia y presencia muy clara y contundente. Su estética es hermosa. Siempre podremos diferenciar lo natural de lo “naturalmente” hecho por el hombre. De ahí que los árboles como construcción, continuarán expresando sus características propias, aunque también nos permitirán expresar lo humano. El diseñar con ellos y adaptarlos a este nuevo fin, les dará un nuevo sentido. Cuidar que este sincretismo sea armónico es fundamental. “Siembra tu espacio” suma la estética constructiva inspirándose en la naturaleza arbórea. Y apoyándose en conceptos de composición como unidad, proporción, equilibrio, armonía, serie, ritmo, combina el quehacer del arquitecto y del artista plástico en un novedoso sistema constructivo, con buenos diseños y con amoroso respeto.